lunes, 15 de agosto de 2011

Soy sola, por pelotuda.

Hablamehablamehablame... ¿No te das cuenta pibe? 
O por ahí no le gusto, siempre cabe esa posibilidad. Seguro, es por eso, no le gusto. Listo, no le hablo más.
O no, mejor le digo. No, mejor no, va a pensar que soy un gato. Y no ¿por qué? soy una mina grande ¿cuál es? No, pero mejor no. 
¡¡¿¿OTRA VEZ??!! No, basta. Basta para mí. No puede ser que cada vez que me guste un tipo me ponga así de idiota. Una chica grande, carajo. Finalmente la embarro. Cada vez que un tipo me interesa en serio me mando estas pelotudeces como escribir algo que por ahí lea, o pedirle expresamente que lea, que es peor. Al segundo salen disparados, y reconozco que yo también lo haría. 
Y buen, una tiene sus cosas. En otras soy genial.

martes, 31 de mayo de 2011

Como un volcán a punto de estallar, mi interior se llena de sensaciones que quieren salir.
Los sentidos se agudizan, percibiendo olores, sonidos, sabores y texturas tan sutiles como reales, tan reales como el deseo.
Todo y nada en un segundo.
En el pecho un repiquetear de latidos fundiéndose con los de otro pecho en el calor de un abrazo. Música interna, ritmo sin pausa.

lunes, 16 de mayo de 2011

El principito - Capítulo XXI

Entonces apareció el zorro.
-Buenos días- dijo el zorro.
-Buenos días- respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta, pero no vio nada.
-Estoy acá- dijo la voz -bajo el manzano...
-¿Quién eres?- dijo el principito -Eres muy lindo...
-Soy un zorro- dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo- le propuso el principito -¡Estoy tan triste!...
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-No estoy domesticado.
-¡Ah! Perdón- dijo el principito.
Pero después de reflexionar, agregó:
-¿Qué significa "domesticar"?
-No eres de aquí -dijo el zorro- ¿Qué buscas?
-Busco a los hombres -dijo el principito-. ¿Qué significa "domesticar"?
-Los hombres -dijo el zorro- tienen fusiles y cazan. Es muy molesto. También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?
-No -dijo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"?
-Es una cosa demasiado olvidada -dijo el zorro-. Significa "crear lazos".
-¿Crear lazos?
-Si -dijo el zorro-. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
-Empiezo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... Creo que me ha domesticado...
-Es posible -dijo el zorro-. ¡En la Tierra se ve toda clase de cosas...!
-¡Oh! No es en la Tierra -dijo el principito.
El zorro pareció muy intrigado:
-¿En otro planeta?
-Si.
-¿Hay cazadores en ese planeta?
-No.
-¡Es interesante eso! ¿Y gallinas?
-No.
-No hay nada perfecto -suspiró el zorro.
Pero el zorro volvió a su idea:
-Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo...
El zorro calló y miró largo tiempo al principito:
-¡Por favor... domestícame! -dijo.
-Bien lo quisiera -respondió el principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
-¿Qué hay que hacer? -dijo el principito.
-Hay que ser muy paciente -respondió el zorro-. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos. Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente volvió el principito.
-Hubiese sido mejor venir a la misma hora -dijo el zorro-. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar el corazón... Los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito? -dijo el principito.
-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días: una hora, de las otras horas. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. El jueves bailan con las muchachas del pueblo. El jueves es, pues, un día maravilloso. Voy a pasearme hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:
-¡Ah!... -dijo el zorro-. Voy a llorar.
-Tuya es la culpa -dijo el principito-. No deseaba hacerte mal pero quisiste que te domesticara...
-Sí -dijo el zorro-.
-¡Pero vas a llorar! -dijo el principito.
-Sí -dijo el zorro.
-Entonces, no ganas nada.
-Gano -dijo el zorro-, por el color de trigo.
Luego agregó:
-Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
-No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aún -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron bien molestas.
-Sois bellas, pero estáis vacías -les dijo todavía-. No se puede morir por vosotras. Sin duda un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi rosa.
Y volvió hacia el zorro:
-Adiós -dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito, a fin de acordarse.
-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
-El tiempo que perdí en mi rosa... -dijo el principito, a fin de acordarse.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
-Soy responsable de mi rosa... -repitió el principito, a fin de acordarse.

domingo, 1 de mayo de 2011

Tengo ganas de estar bien

Tengo ganas de estar bien
sin que nadie lo interprete
y sentarme en el andén
de algún cohete o algún tren.
tengo ganas de estar bien.

Tengo ganas de aprender
cuales son los diferencias
de estar libre y en silencio
y callar por conveniencia.
tengo ganas de aprender.

Tengo ganas de viajar
en primera al corazón
tengo ganas de que encuentren
un lugar en mi canción.

Tengo ganas de estar bien,
tengo tiempo y tengo fe,
tengo la necesidad
que me dejen de joder,
tengo ganas de estar bien,
tengo tiempo y tengo fe,
tengo la necesidad
que nos dejen de joder.

Tengo ganas de cantarles
la historia como la siento
sin tener miedo que traten
de cambiarle el argumento
que no me sigan mintiendo,
yo también quiero saber.

Tengo ganas de crecer
y ver crecer a los nuestros.
tengo ganas que terminen
la violencia y los impuestos
tengo ganas de ser libre
para morir cuando quiero
tengo ganas de volver a verlos
sonreír de nuevo.

Letra: Sandra Mihanovich

ByN II

1997 - Microfibra negra - 11 x 9 cm

ByN I


1987 - Microfibra negra y lápiz negro - 10,3 x 13,4 cm

Explosión de colores


10/03/93 - Fibras de colores - 17 x 12 cm

Garabato desde una flor durante la hora de francés


1992 - Biromes de colores - 10,7 x 5,3 cm

Pájaros Tissue


1994 - Lápiz - 21,9 x 29,7

Pájaro rojo


1993 - Birome y marcadores de colores - 10 x 7,7 cm

Todo arde - 1993

Fuego. Fuego en mi alma, en mi corazón. ¡En mi casa! Todo está en llamas, y un sentimiento de angustia me invade. Mi vestido azul preferido se está quemando, sólo quedan cenizas de él... Mis cartas, fotos, dibujos...
Mi vida se quema y me paralizo. La gente afuera grita, me grita para que salga de acá, pero me encuentro como petrificada observando tristemente una foto familiar que se quema.
Un viento de sentimientos se arremolina en mi corazón agolpando sensaciones indefinidas. En el silencioso crepitar de las cosas quemándose los sentimientos se confunden.
Todo arde. Mi cama, mis cosas, todo. Todo lo que soy y lo que tengo está siendo consumido por el fuego. El intenso calor me ahoga, las llamas se acercan y no se qué hacer. Será mi fin.
No comprendo por qué, pero de pronto me siento tranquila. Sólo el calor es agobiante, pero me siento serena, observando inmóvil cómo se quema mi pasado, mi presente, mi futuro... Todo se quema, dentro y fuera de mi. Todo arde. "Y yo con todo" -pensé-.
Los bomberos han llegado, pude escuchar la sirena entre los aturdidores gritos de la gente. Pero no salgo, muy por el contrario, me dirijo a la cocina -donde había dejado mi café antes de escuchar la explosión de la estufa que inició el incendio- y vuelvo a tomar mi café sentada en mi sillón preferido antes de que el fuego se adueñe de él. Tal vez fuera el último café de mi vida, y lo quería tomar caliente. Ardiente.

miércoles, 20 de abril de 2011

Tierra en los ojos

Cuando descubrí finalmente que lo mío no era morirme sino tratar de vivir mejor, me encontré sola.
Hacía años que -cual avestruz- escondía la cabeza para no ver mi realidad y no enfrentarla, y cuando finalmente pude hacerlo me dí cuenta de que había "dejado" por el camino recorrido sin ver, amigos, gente que me quería y a la que yo quería entrañablemente y que la vida por alguna razón me había hecho perder de vista.
Ahí, en ese momento, cuando trataba de sacarme la última tierra que cubría mis ojos, descubrí el facebook que considerado muchas veces como algo superficial o dañino incluso, debo reconocer que fue la llave que me abrió una puerta que estaba cerrada con varios candados y hacía años.
Empecé a buscar gente y empecé a encontrarla, y lo mejor de todo era que había gente que me buscaba. Mis amigos, los de antes, los de siempre. Los que no entendían cómo había llegado al punto de querer desaparecer.
"Vos no sos así", me dijo mi amiga del alma, "vos no eras y no sos así"... Y era verdad. Ellos colaboraron para que yo me volviera a encontrar. Para que volviera a ser yo, la de antes, la de siempre.
Y descubrí que no estoy sola, y ya no me quedaron restos de tierra en los ojos.

"Algo lindo"



Goggleé "algo lindo" en el buscador de imágenes y lo primero que salió fue este dibujo.
No se qué tiene de lindo pero ahí estaba. En realidad, lo lindo de tener un corazón es poder sentirlo latir, pegar esos saltos de vez en cuando, y si, hay veces que termina lastimado.
¿Cómo se lastima un corazón? Uh, hay mil formas. Si tuviera que hacer una lista de lo que más lastima mi corazón empezaría por la mentira. Traición, falsedad, maldad, seguirían en esa lista. Decepción...
Lo que uno generalmente hace cuando le lastiman mucho el corazón es tratar de dejar de sentir. Dificilmente se logra, ya que pareciera que el corazón piensa por sí mismo, y no le da mucha bola al cerebro, con el que decidimos dejar de sentir.
Y de repente, sin buscarlo, sin querer en absoluto, el corazón vuelve a tomar el mando de nuestra vida y paf! nos vuelve a hacer pisar el palito. Y lo más probable es que se vuelva a lastimar...
Amores no correspondidos, amores terminados, amores que nunca empiezan...
Pero es como pretender que una rodilla no se raspe jugando al fútbol, lo bueno de esto es que un soplidito a tiempo de una mamá cura cualquier raspón de rodilla, pero ¿El corazón? ¿Cómo se cura un corazón lastimado?
Si supiera la respuesta el mío estaría curado...

Taaangazo - Los Mareados


Rara...
como encendida
te hallé bebiendo, linda y fatal
Bebías
y en el fragor del champán,
loca reías, por no llorar

Pena
Me dio encontrarte
pues al mirarte, yo vi brillar
tus ojos
con un eléctrico ardor,
tus bellos ojos que tanto adoré

Esta noche, amiga mía,
el alcohol nos ha embriagado
¡Qué importa que se rían
y nos llamen los mareados!

Cada cual tiene sus penas
y nosotros las tenemos
Esta noche beberemos
porque ya no volveremos
a vernos más

Hoy vas a entrar en mi pasado,
en el pasado de mi vida
Tres cosas lleva mi alma herida:
amor... pesar... dolor...

Hoy vas a entrar en mi pasado
y hoy nuevas sendas tomaremos
¡Qué grande ha sido nuestro amor!
Y, sin embargo, ¡ay!,
mirá lo que quedó...

martes, 19 de abril de 2011

Mariposas, go away!!

Todavía siento el sabor dulce de sus besos. Hace mucho que lo observo y pude imaginarlos tal cual fueron incluso antes de que sucedieran. Mi cintura percibe aún sus manos recorriéndola. Manos firmes sabiendo lo que hacían, transitando dulcemente por mi rostro, enredando mi pelo en sus dedos y bajando suavemente por mi espalda. Por un momento desapareció el mundo y sólo éramos nosotros.
Y vino el bondi, y yo no me quería ir...
Caprichosa, mi mente lo tiene de inquilino permanente, sonrío pensando en él y me siento bastante idiota, o como una adolescente. Mujer grande y vividita, habrase visto...
Pensar que me había propuesto no volver a sentir esto... pero éstas son de las cosas que no se calculan ni se piensan, no se pueden controlar aunque uno quiera. Y generalmente pasa... es muy complicado.
Definitivamente lo mío no es lo fácil...
Uno debería tener un switch para prender y apagar las mariposas estomacales, para bajar el ritmo cardíaco cuando ESA persona está cerca. Pero no, el corazón late a mil, las mariposas bailan breakdance en el estómago y la sola idea de tenerlo cerca me colapsa el cerebro.
Pero después de todo es una linda sensación, que el corazón galope como un potrillito hace que uno se sienta vivo, y las mariposas... incomparable, nada se asemeja a eso.
Así que si,  tengo gran cantidad de razones como para suponer que me enamoré. Otra vez. Sin querer. Sin más. Sin menos. De su esencia, de su voz y de su risa. Suele pasar, 'ta madre...
Como quien va "all in" jugando al póker, me mando de cabeza sin pensar, abro la ventanita de mi alma para expresar lo que siento y el miedo al rechazo me atrapa, otra vez. ¿Leerá esto? No se, quizás, espero que no, pero si, también espero que si. La contradicción me confunde y no estoy para pensar demasiado cuando tengo este piquete de mariposas movilizándose por ahí... Será lo que tenga que ser... Y me dejo de joder.

miércoles, 13 de abril de 2011

¿Y ahora?

Bueno, ya tengo mi blog, se supone que ahora debo escribir... La cuestión es ¿qué?
Podría empezar con algo que me presente, como por ejemplo que soy autodidacta. En casi todo. No es cosa fácil aprender sobre la marcha pero es lo que sé hacer, y nunca pude seguir los cánones "normales" de aprendizaje. Yo miro y aprendo.
Decidí, después de mucho pensar, que mi oficio sería el de diseñadora gráfica. Siempre me gustó dibujar y hacer letras raras en papel cuadriculado -si era milimetrado mejor- y garabatos en azul bic, marcadores y lápices de colores, ahora mi pc es mi herramienta, la continuación de mi mano...
Por otra parte soy mamá, profesión dura y larga, pero que gratifica el alma siempre que veo la sonrisa de alguno de mis hijos.
Mamá, diseñadora, mujer, hija, hermana, amiga, compañera de laburo, nieta ya no -pero lo fuí y de qué manera-, compinche... palabras que de una u otra forma me identifican, me explican, me nombran.
Soy esto que soy, sin aristas ni vueltas, brutalmente sincera y con unas ganas de vivir de esas que -por suerte- no se pueden contener.
Viví mucho tiempo debajo de una baldosa, en la oscuridad más insoportable y solitaria, presa de mi propio cerebro. Me perdí muchas cosas.
Así que, hechas las presentaciones formales, de aquí en más y de vez en cuando haré catarsis por aquí, o por allá, quién sabe.